El aborto es la interrupción del embarazo antes de que el feto sea lo suficientemente desarrollado como para sobrevivir fuera del útero. Existen diferentes métodos para inducir un aborto, y el procedimiento puede variar según el tiempo de gestación y las leyes y regulaciones de cada país.
Cuando se induce un aborto, ya sea mediante medicamentos o procedimientos médicos, se produce una serie de cambios en el cuerpo de la mujer. Es importante tener en cuenta que los detalles específicos pueden variar según el método utilizado y el tiempo de gestación, por lo que a continuación se presentará una descripción general.
En el caso de un aborto médico temprano, se pueden administrar medicamentos, como la mifepristona y el misoprostol, para interrumpir el embarazo. La mifepristona bloquea la acción de la progesterona, una hormona necesaria para el mantenimiento del embarazo. Esto provoca cambios en el revestimiento del útero y reduce el suministro de sangre al embrión. Luego, se administra el misoprostol, que provoca contracciones uterinas para expulsar el tejido gestacional.
Cuando se trata de un aborto quirúrgico, se realizan procedimientos como la aspiración por vacío o la dilatación y curetaje. La aspiración por vacío implica la inserción de un tubo delgado en el cuello uterino para succionar el tejido gestacional. En el caso del dilatación y curetaje, se dilata el cuello uterino y se utiliza una cureta para raspar y eliminar el tejido del útero.
Después de un aborto inducido, es normal experimentar algunos efectos secundarios. Estos pueden incluir cólicos o calambres similares a los de la menstruación, sangrado vaginal, cambios en los niveles hormonales, sensibilidad mamaria, fatiga y cambios emocionales. La duración y la intensidad de estos efectos pueden variar.
Es importante destacar que cualquier procedimiento de aborto, ya sea médico o quirúrgico, debe ser realizado por profesionales de la salud en un entorno seguro y legal. Es fundamental contar con el apoyo y el asesoramiento adecuados para tomar decisiones informadas sobre el aborto y asegurarse de recibir el cuidado médico necesario antes, durante y después del procedimiento.